“No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos. Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a todos y en especial a los de la familia de la fe.” Gálatas 6:9 (NVI)

Mamá, tu trabajo es santo

“Sin la ayuda del Ser Divino… no puedo tener éxito. Con esa ayuda, no puedo fracasar.” Abraham Lincoln

• ¡Llama a tu compañera de oración para tu llamada de oración de 10 minutos! Nunca subestimes el poder de orar con una amiga.
• Tómate un momento antes de leer este estudio y haz una lista de 10 cosas por las que estás agradecido en tu hogar. Pídele a Dios que te ayude a ver a tu familia y las tareas de tu hogar como Él las ve.

Querida hermana, criar a tus hijos para Dios es un trabajo santo. Como madres cristianas, nuestro mayor trabajo es criar hijos que conozcan y amen a Jesús. Lo que haces todos los días: disciplinar a tus hijos, limpiarles la nariz, terminar con las peleas entre hermanos, limpiar después de otra comida o acostarte con tu hijo por la noche mientras te cuenta su última reflexión, todo esto es obra del reino. Estás criando a la próxima generación de cristianos que, a su vez, criarán a la próxima generación de cristianos.

No importa cuántas veces el mundo que nos rodea diga que ser madre no importa, sabemos la verdad: nuestro trabajo afecta la eternidad. Al permanecer fiel y amar bien a tu familia en el poder del Espíritu Santo, estás enviando un mensaje de amor hacia un tiempo que no verás. Tus nietos y bisnietos te agradecerán el arduo trabajo que estás haciendo hoy. Tendrán una vida mejor debido al amor que compartiste y a la vida cristiana que les transmitiste a tus hijos. Cuando hay una madre en el hogar que tiene fe en el poder de Dios en la vida de sus hijos, ¡no hay nada que pueda detener lo que ella puede hacer con ellos!

Mamá, tu amor por tu familia agrada al Señor. Algún día, sabrás el impacto de todo tu trabajo. Pero por ahora, sigue adelante, sigue intentándolo, sigue creyendo y sigue orando, y por tu fe, escucharás: “Bien hecho, sierva buena y fiel”.

Ora conmigo…

“Querido Jesús, por favor ayúdame a ver que mi rol como madre es importante. Es muy fácil quedar atrapada en lo que el mundo dice que debería estar haciendo con mi vida. Ayúdame a ver la importancia de entrenar a estos preciosos niños para Ti. Dame la sabiduría, la fuerza y ​​la comprensión para mi llamado como madre. Ayúdame a vivir para Ti hoy en mi hogar y ayúdame a amar incondicionalmente, tal como Tú. Por favor, háblame al corazón mientras sigo este plan devocional. En el nombre de Jesús, Amén”.

Bendiciones y amor,

Mamá Deb y el equipo del Club de Ayuda para Mamás

Pregunta para reflexionar

• ¿Cómo te está hablando Dios hoy? ¿Destacó algo en la lectura de hoy? Escríbelo en tu diario y pídele a Dios que te indique los próximos pasos que debes dar en obediencia a lo que Él acaba de mostrarte.

Ideas llenas de fe

Uno de mis recursos favoritos del Club de Ayuda para Mamás es la “Hoja de planificación semanal”. Realmente ayuda escribir tus planes y compromisos, así como las comidas y los momentos familiares programados, incluso si pones todos tus compromisos en tu teléfono de forma electrónica. Hay algo que decir acerca del recordatorio visual de lo que te has comprometido a hacer cada semana. Puedes imprimir una copia de la hoja de planificación semanal en el sitio web y también acceder a ella en la parte posterior de este libro, en las páginas 217 a 225. Reserva un tiempo para orar y pedirle a Dios sabiduría y también ayuda para la próxima semana y luego escribe lo que Él te diga. Asegúrate de planificar las cenas y el tiempo con tu esposo y los niños también. ¡Planifica tu trabajo y trabaja según tu plan!

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Deb Weakly

Co-founder at Help Club for Moms

My name is Deb Weakly and I helped create the Help Club for Moms with one goal in mind: to create a community in which moms help moms to know the love of Christ. My own childhood was difficult and filled with sadness. I didn’t grow up in a Christian home, so when I became a Christian (and soon after, a mom), I had no idea what I was doing; I didn’t know what it meant to raise Christ-centered kids, but I so desperately wanted to learn.

I remember going into my daughter's room night after night and kneeling beside her bed and crying my heart out to God because I didn’t know how to be a Christian mom; I felt like I had no idea what I was doing. You know what? God is so faithful! He answered me and simply said, “Spend time with me, Deb.” And so I did. I began arising 15-30 minutes earlier each day so I could read my Bible and pray, and plan out my day with my family.

If there was one thing I would love to share with you is that God is personal and loves you as you are. You don’t have to be perfect to be loved by our amazing God! Come as you are! His loving presence can be practically known and experienced. He is not a God who is far away, He is near and easily found. He longs for you to come to Him!

Randy and I have been married for 33 years and we have two grown children, Christie, and Jack, and one answer to prayer son-in-law named Alex. And now I get to be a Gigi to my sweet little grandbabies, Aspen and Skylar, and Piper. Yay!

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