“Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero.” ~Salmo 119:105
¿Seguir tu corazón o el Evangelio?
“La Biblia no fue dada para aumentar el conocimiento, sino para cambiar nuestras vidas.” ~ Dwight L. Moody
- ¡Hoy es el día para caminar en la verdad de Dios! Comienza tu mañana con el Señora través de Su Palabra Viva. Ora para que Él te ayude a sacar unos minutos para aquietar tu mente y tu corazón delante de Él.
- Lee todo lo que puedas del Salmo 119. Este hermoso capítulo nos da una visión de la manera en que debemos interactuar con la Palabra de Dios. Escribe el Salmo 119:105 en tu diario. La Palabra de Dios es verdaderamente la única luz que necesitamos en esta vida.
Querida hermana, te han dicho que “sigas tu corazón” desde que eras una niña y escuchabas cuentos de hadas. Tus ojos brillaban de asombro y los planes para el futuro se arremolinaban en tu cabeza mientras veías los sueños de tu corazón desplegarse ante ti. ¡Qué libertad y belleza te habían prometido!
Zapatillas de cristal, viajes en alfombra mágica y un príncipe azul te esperaban al final del camino pavimentado por los deseos de tu corazón. Amiga mía, no podría haber una mentira más grande que esta. El camino mágico forjado por nuestro corazón y emociones siempre conduce al vacío. Verás, como nos dice Jeremías 17:9, “engañoso es el corazón más que todas las cosas”. Cuando permitimos que nuestros sentimientos dicten nuestras decisiones, nos alejamos de la santidad, la bondad y el amor de Dios.
Ese corazón nuestro, el que está lleno de nuestros sueños de niñez, es también el pináculo de nuestros deseos carnales (Marcos 7:21). Seguir nuestro corazón a menudo nos lleva por mal camino y hace que nuestras acciones se vuelvan hacia el interior, cultivando una actitud de egocentrismo en lugar de rendición a nuestro Salvador. Dios es muy claro con nosotras cuando dice en Proverbios 28:26 que “Necio es el que confía en sí mismo; el que actúa con sabiduría se pone a salvo.” Entonces, ¿a dónde nos dirigimos? Si no podemos confiar en nuestro propio corazón, si nuestros sentimientos más profundos no son la fuente última de la verdad, ¿dónde buscamos respuestas?
Mi amiga, Dios mismo es el Autor de la verdad, y Su Palabra viva debe informar nuestros sentimientos y emociones. La Biblia es uno de los regalos más hermosos de Dios para nosotras y es suficiente para guiarnos en cualquier situación (2 Timoteo 3:15-17). A través de las Escrituras, el Espíritu Santo de Jesús susurra palabras de paz, esperanza y sabiduría a nuestras almas. Dios pide que le entreguemos nuestro corazón, nuestra carne, en rendición a Él y promete renovarla y santificarnos. Escúchenme en esto, queridas hermanas, no podemos entregar toda nuestra vida a Cristo si estamos controladas por los caprichos de nuestro corazón y emociones.
Nuestros sentimientos y opiniones pueden no siempre estar alineados con los mandamientos y la sabiduría de la Biblia. Pero eso no hace que Su Palabra sea menos verdadera. Dios nunca miente (Tito 1:2), y Su Palabra debe triunfar sobre nuestras emociones. Romanos 3:4 exhorta: “¡De ninguna manera! Dios es siempre veraz, aunque el hombre sea mentiroso”. La Palabra de Dios es impecable (Salmo 18:30), y se mantiene firme por encima de cualquier creencia humana, norma cultural o fantasía carnal. Su Palabra es verdaderamente la única cosa tangible de esta tierra en la que podemos confiar constantemente. Por lo tanto, cuando nos enfrentamos a una decisión o un dilema, en lugar de preguntarnos: “¿Cómo me siento al respecto?”, pregúntese: “¿Qué dice la Palabra de Dios al respecto?”. En lugar de tomar decisiones basadas en lo que se siente bien en el momento, busque “todo el consejo de Dios” en Su Palabra, permitiendo que la ayude a navegar su camino a través de la vida (Hechos 20:27).
Como Isaías describe hermosamente: “La hierba se seca y la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre».” (Isaías 40:8). No hay nada más permanente en esta vida que las Escrituras. Vuelve tu corazón a la Palabra inmutable de Dios y deja que te guíe hacia la verdad (Salmo 119:89). Construye tu fundamento sobre la Biblia y te mantendrás firme cuando las olas de la vida se estrellen contra ti. Deja que el Señor sea tu paz perfecta y que Su preciosa Palabra sea la luz de la verdad para tu corazón.
Bendiciones y amor,
Tara Davis y el equipo del Club de Ayuda para Mamás
Pregunta para reflexionar
- Observa detenidamente tu corazón: ¿has permitido que gobierne tu vida? ¿Crees en la verdad absoluta de las Escrituras o te has permitido elegir qué partes de la Biblia creer y cuáles descartar por anticuadas? ¿Te comprometerás a buscar el corazón de Dios a través de Su Palabra en lugar de confiar en tu corazón de carne? ¿Permitirás que Dios, a través de Su Palabra, sea el amo de tu vida?
Ideas llenas de fe
Has establecido que la Biblia es la verdad y es la mayor realidad a la que tienes acceso. El siguiente paso que debes dar es conocer y amar íntimamente la Palabra de Dios. Dedica tiempo todos los días a profundizar en las Escrituras y permite que el Espíritu Santo te ayude a discernir tu camino en la vida.
A medida que te acercas al Señor, tienes a tu disposición algunas herramientas fantásticas. Visita www.blueletterbible.org para estudiar la Biblia en profundidad. Descarga una aplicación de audio de la Biblia y escúchala durante todo el día. Pasa tiempo con otras mujeres que aman la Palabra de Dios y habla de lo que estás aprendiendo (Proverbios 27:17). Lo más importante es que le pidas al Espíritu Santo que te diga su verdad mientras lees la Biblia todos los días. Pídele que haga que la Palabra viva en tu interior permitiéndole que alimente tu alma y entrene tu mente en los caminos del Señor. Él te ama y quiere decirte “cosas grandes e inaccesibles que tú no sabes” (Jeremías 33:3).
El Señor y Su Palabra son inseparables (Juan 1:1). Si quieres saber lo que Dios piensa sobre un asunto, no busques más allá de Su Palabra.
When you see someone has had a hand in writing a book for moms, you immediately assume they must have it all together. I do not. Maybe you don’t either. But I have some good news for you…we have a perfectly gracious Savior who loves us so very much, imperfections and all!
Together, we can learn who He is and who we are in Him, and together, we can take this one little life He has given us and pour out His love in a way that changes hearts, especially our own!
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