“El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni presumido ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor.” 1 Corintios 13:4-5
Aferrándose a las promesas de Dios para tu hijo con necesidades especiales
Lo que más esperanza me da cada día es la gracia de Dios; sabiendo que su gracia me va a dar fuerzas para cualquier cosa que enfrente, sabiendo que nada es una sorpresa para Dios. Rick Warren
Ser mamá es un trabajo duro. Ser madre de un niño con necesidades especiales o con una discapacidad física es un trabajo tremendamente duro. Como madre, puedes leer todos los libros, elegir educar en casa o elegir poner a tu hijo en una escuela pública especializada que se adapte a sus puntos fuertes y acudir a todos los consejeros y médicos. También puedes descubrir y mostrar todos los lenguajes del amor y pasar tiempo de calidad y, a veces, la vida en casa sigue siendo increíblemente difícil. Cuando viste por primera vez a ese precioso bebé recién nacido y respiraste por primera vez ese dulce olor a bebé, nunca te pasó por la cabeza el pensamiento de que tu hijo algún día lucharía por la vida con una enfermedad mental y/o necesidades especiales. Justo cuando crees que la calma está cerca, otra ola se estrella contra ti, dejándote desorientada y sin saber hacia dónde girar.
Esta es mi vida, mi lucha diaria. Es abrumador. Es agotador. Es más difícil de lo que jamás hubiera imaginado que podría ser la vida. Me ha enseñado a luchar ferozmente, amar incondicionalmente, vivir con sacrificio, dejar de lado las expectativas, profundizar y perseverar sin cesar. Me ha hecho fuerte. Me ha hecho fiel. Me ha enseñado más sobre mí de lo que jamás esperé saber y me ha convertido en una mejor versión de mí misma, mientras me aferro firmemente a las promesas que Dios me habló hace años sobre mi dulce niña. Verás, querida mamá, Dios conoce a mi hija y la ama incondicionalmente. ¡Esa promesa me mantiene adelante! Amiga mía, estoy aquí para darte esperanza. Este viaje ha sido duro y no ha terminado. Si tienes un niño difícil o un niño con necesidades especiales, físicas o mentales, estoy aquí para decirte que no te rindas. Hay tiempos difíciles, tiempos oscuros, tiempos de prueba, pero alabado sea Jesús, Él también trae tiempos de redención, tiempos de victoria y tiempos de éxito. Tener un hijo así puede llevarte al fin de ti misma, pero ahí es donde Dios te espera. Él nunca te deja y nunca te abandona. Apóyate en Él, búscalo, ora a Él y pídele guía, dirección y paz sobrenatural. Cuando estés demasiado cansado y agotado y sientas que no puedes orar más, pide a las personas más cercanas a ti que oren con y por ti, tu hijo y tu familia. ¡Esta es una batalla que no tienes que librar solo! Un versículo al que a menudo me aferro es Santiago 1:12: “Dichoso el que resiste la tentación porque, al salir aprobado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a quienes lo aman”.
Hace varios años, comencé a orar intensamente por mi hija y a pedirle a Dios que me mostrara cómo Él la veía. Él respondió revelándome imágenes poderosas de una mujer fuerte, llena del Espíritu Santo, con mucho que ofrecer al mundo. Me mostró la belleza y la fuerza de mi hija y cómo ella va a hacer tanto por Su reino. Cuando las cosas se ponen difíciles con ella y empiezo a sentirme desesperada, ¡me aferro fuertemente a esas imágenes y a Sus promesas!
Si estás en un lugar con tu hijo donde te sientes desesperada, ora. Pídele a Dios que te muestre quién es tu hijo a sus ojos y para que lo creó. Pídele que te dé una promesa o una Escritura específica para tu hijo, así en esos momentos de oscuridad, cuando sientas que no hay luz, tengas algo a qué aferrarte. Busca su verdad y no escuches al mundo. Querida amiga, debes saber con toda certeza que Dios te hizo la mamá perfecta para tu hijo. Eres capaz, hermosa y querida.
IDEA LLENA DE FE: Orar las Escrituras en voz alta
Orar las Escrituras en voz alta por tu hijo es sólo una manera de demostrarle que lo amas. Es una manera poderosa y tangible de cubrir a tu hijo que está pasando por un momento difícil. Para obtener una lista de oraciones, consulta nuestro sitio web.
Con amor,
Brandi Carson y el Equipo del Club de Ayuda para Mamás
My husband and I got married very young and started a family right away. Life has been a series of many trials that we have had to work through, like having a daughter with severe ADHD, moving to 4 different states in 2 years, health problems and just life in general. Through the years the Lord has shown me so much grace and love and has taught me so much about how to be humble, show love and grace.
Each day I strive to be the best mama and wife I can be and fulfill the calling the Lord has placed in my life. I have a passion to help other mamas in any way I can. I am still a work in progress and make mistakes like everyone else and am nowhere near perfect but I am learning to pick myself up, forgive myself and keep seeking the Lord in all I do.
We are finally settled in beautiful Colorado Springs, Colorado for the past few years where the Lord has allowed us to build a house and grow roots. He brought me the Help Club for Moms and the amazing community I get to be a part of.
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